Tras tener dos juegos por separado, Mario vs Donkey Kong 2 y Diddy Kong Racing, Donkey y Diddy vuelven a reunirse para afrontar su primera aventura juntos en Nintendo DS en un estilo más característico suyo: las plataformas.
Deben afrontar un desafío consistente en recuperar un plátano de cristal que poseen los Aliens Banana. No deja de ser la clásica excusa para lo que de verdad queremos: saltar y saltar. Así que lo más importante es: ¿cómo lo haremos?
Debemos movernos por los distintos niveles escalando, apoyándonos en salientes y, una vez más, saltando. Para ello, presionamos el botón L y Donkey Kong usa su mano izquierda para agarrarse, mientras que si presionamos el gatillo R hace lo propio con la derecha. Además, si apretamos ambos a la vez hacemos que se sujete con ambas extremidades y, una vez soltamos, se lanza al ataque.
De este modo, cada fase consiste básicamente en ascender verticalmente usando esta técnica, aunque es más complejo de lo que puede parecer. Encontraremos todo tipo de obstáculos, como clásicas plataformas girantes, lianas, enemigos a nuestro paso (heredados de anteriores Donkey Kong), niveles submarinos y mucho más.
Por lo tanto, estamos ante la mecánica de balanceo que ya ofrecía King of Swing para GameBoy Advance, aunque esta vez en un juego más elaborado. Para darse cuenta de ello, sólo hace falta comparar el apartado gráfico, donde se aprecia una gran diferencia entre ambos títulos, con un aspecto mucho más pobre y simple en el juego original frente a unos gráficos mucho más cuidados y detallados conjugados con una paleta de colores más completa y mejor escogida. De todos modos, mantiene las dos dimensiones, afortunadamente.
De este modo, cada fase consiste básicamente en ascender verticalmente usando esta técnica, aunque es más complejo de lo que puede parecer. Encontraremos todo tipo de obstáculos, como clásicas plataformas girantes, lianas, enemigos a nuestro paso (heredados de anteriores Donkey Kong), niveles submarinos y mucho más.
Por lo tanto, estamos ante la mecánica de balanceo que ya ofrecía King of Swing para GameBoy Advance, aunque esta vez en un juego más elaborado. Para darse cuenta de ello, sólo hace falta comparar el apartado gráfico, donde se aprecia una gran diferencia entre ambos títulos, con un aspecto mucho más pobre y simple en el juego original frente a unos gráficos mucho más cuidados y detallados conjugados con una paleta de colores más completa y mejor escogida. De todos modos, mantiene las dos dimensiones, afortunadamente.
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